Como norma general, lo más adecuado es administrar el fármaco con el estomago vacio, acompañado de un volumen suficiente de agua. De este modo el medicamento no permanece mucho tiempo en el estomago y su absorción intestinal se produce con más rapidez, sin embargo, en ocasiones es necesario que se administren los medicamentos con la dieta para evitar efectos irritantes sobre el tracto gastrointestinal como nauseas, vómitos, etc..
The interacción puede producirse en dos sentidos diferentes:
- Los fármacos modifican la utilización normal de los nutrientes: déficit de vitaminas o minerales, más frecuente cuando se trata de medicamentos de uso crónico.
- Los alimentos pueden modificar la respuesta farmacológica: la respuesta al tratamiento es mayor, menor o es diferente de la que cabria esperar con una dosis dada. También como consecuencia de un estado nutricional deficiente.
- Situaciones con un mayor riesgo a que se presente una interacción entre alimentos y medicamentos:
Existen fármacos con los que se corre más riesgos si se da una interacción con la dieta: aquellos con un margen terapéutico estrecho y también los fármacos que deben mantener una concentración plasmática sostenida para ser eficaces, como los antibióticos.
- Grupos de población que son más vulnerables: niños, embarazadas y lactantes, ancianos
Pacientes que introducen un cambio en su alimentación: vegetarianos o personas que siguen dietas de adelgazamiento, pueden experimentar respuestas inesperadas a la terapia farmacologica
Los enfermos crónicos, personas que abusan de los laxantes o antiácidos o sometidos a tratamientos con IMAO, son más susceptibles a sufrir una interacción entre nutrientes y fármacos.
Interacciones más significativas:
- Acenucumarol (Sintrom): dieta rica en vitamina K (en distintas verduras como espinacas, brocoli, coles de bruselas) puede provocar una disminución de la eficacia del fármaco.
- Alendronato (para tratamiento osteoporosis): su absorción se ve disminuida en un 60% cuando se ingiere con café o zumo. No se absorbe en absoluto cuando se toma con comida. Por eso, se recomienda tomarlo en ayunas.
- AINE: se aconseja administrar con comida para evitar irritación mucosa gástrica.
- Etanol: La ingesta continuada o puntual de alcohol, habitual durante las comidas de la cultura occidental, puede provocar también la inhibición o la inducción de ciertos fármacos, especialmente de la mayoría de los que actúan sobre el sistema nervioso central. De hecho, el alcohol interacciona con casi el 50% de los medicamentos más dispensados en la oficina de farmacia (psicofármacos, analgésicos, anticoagulantes, antihipertensivos, antihistamínicos). Muchos de estos fármacos son EFP (p. ej., los antigripales). Es importante desaconsejar la administración conjunta de alcohol mientras dure el tratamiento, así como tener un mayor cuidado en el manejo de maquinaria o vehículos.
- Antibióticos: (¡Depende!) Algunos deben tomarse en ayunas y otros con alimentos para mejorar su absorción.
- IMAO (inhibidores de la monoaminooxidasa): los alimentos que pueden dar lugar a estas interacciones son los fermentados y curados ricos en aminas, principalmente tiramira e histamina: embutidos, chocolate, queso, yogur, vino, cerveza.
- Estatinas (pravastatina y fluvastatina), medicamentos utilizados para disminuir los niveles de colesterol, esta reducida en un 35% su absorción si se toman junto con alimentos, se debe espaciar su administración al menos 4 horas respecto a las comidas.
Ya lo decía Hipócrates, para la correcta actividad sanitaria, es imprescindible conocer lo que es el ser humano y sus hábitos de vida, entre los cuales debe conocerse lo que come y bebe, para así poder determinar las consecuencias que cada una de estas facetas ejerce sobre cada persona.
Ante cualquier duda sobre cómo tomar un medicamento, consultar con su farmacéutico.
